Tono de una marca
¿Qué es el Tono de una marca?
El concepto de Tono está muy relacionado con el de Voz de marca. Así como la voz es la identidad verbal de una marca, que se mantiene fija y constante, el tono refiere a cómo se ajusta esa voz a diferentes contextos y situaciones. Es la voz en contexto. Implica adecuarla a todos los escenarios posibles que puedan presentarse.
Así, aunque haya una voz muy bien definida, no será igual como se comunica una promoción increíble que un error grave. La misma voz puede expresar distintos estados de ánimo, comunicarse diferente según los códigos de cada entorno, etc.
Podría compararse con el caso de una persona que, aunque tenga su personalidad bien definida, no se expresa igual en una fiesta con sus amigos que en un acto académico.
¿Para qué sirve?
- Permite humanizar la marca: aunque tengas muy bien definida la voz, esta no es efectiva para todas las situaciones. Quizás la voz de tu marca se define como divertida y chistosa, pero ante una denuncia pública por discriminación debes adaptar tu mensaje a la gravedad del contexto.
- Ayuda a empatizar con las personas: demuestra que hay un trabajo de adaptación y que no se trata de un discurso estático y automatizado.
- Aumenta la coherencia de tu marca
- Creas mensajes más eficientes eligiendo las palabras y expresiones óptimas según el canal, la persona usuaria o el objetivo que persigas.
¿Cómo definir el tono de una marca?
El tono de cualquier contenido puede analizarse en 4 dimensiones: humor, formalidad, respeto y entusiasmo.
Para definir cuál será el tuyo en cada situación puedes guiarte con los siguientes tips:
- Piensa en tonos positivos: siempre que se pueda, encara los temas con el vaso medio lleno. Incluso si tienes que informar que algo salió mal, intenta reducir el impacto y evita que el cliente quiera denunciarte en las redes por eso.
- Identifica las palabras que quieres evitar: en toda situación hay palabras desafortunadas, que restan, generan incomodidad o confusión. Identifícalas y evítalas.
- Discute en equipo: si tienes un equipo, lo mejor es discutir en conjunto cuáles creen que son las mejores palabras para dar cuenta de ciertos estados. No es lo mismo decir: “Error”, “Lo sentimos” o “Qué pena”.
- Prueba el tono de tus textos: el A/B testing puede ser un buen recurso. Enseña dos piezas con un wording casi idéntico, pero cambia una palabra que consideras decisiva y fijate cuál tiene mejor aceptación.
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